dimecres, 12 de març del 2008
el ABCD de la cultura
‘Un libro para un gigante’
'Un libro para un gigante'. Esa es la frase que acuñó uno de los hombres de la mudanza que descubrió la extensa obra de Darger cuando éste abandonó su piso de la calle Webster. Asombro y perplejidad ante una obra peculiar. La obra escrita en el más absoluto de los secretos constaba de doce volúmenes, más de 15000 páginas escritas y cientos de acuarelas testigos de tantos momentos de perturbada intimidad. Un hombre tremendamente solitario y misterioso, rechazado cual villano, que apenas tuvo un amigo, considerado como un loco en la época...
¿No les suena? Recuerda a la historia de tantos otros artistas despreciados en su época, incomprendidos en tanto que diferentes, cuyas obras hoy se exhiben en modernos museos y se venden por sumas estratosféricas. Genios de hoy que acabaron sus días en el umbral de la pobreza, como un Van Goght o un Rembrandt.
Pero sin duda la obra de Darger no es una obra cualquiera. Por la temática, por la extensión y por la historia personal que tiene detrás, tiene sentido que se incluya dentro del arte marginal, puesto que transgrede los parámetros del arte considerado oficial. Pero sobretodo, creo que pertenece al arte marginal porque es la expresión impulsiva de un subconsciente, ciertamente angustiado, forjado de una forma autodidacta a lo largo de los años. Obvio es que sus dibujos muestran los diálogos internos que el artista mantenía consigo mismo. Una lucha interna, que arrojaba escritos de mundos fantasiosos y acuarelas en las que el bien y el mal y la inocencia y la experiencia se batían en un combate tan largo como dantesco. Obras de arte que evocan las turbaciones interiores de sus autores, sus obsesiones más profundas –y de las cuales a veces podían sentirse avergonzados–.
dimecres, 5 de març del 2008
El espacio público de Bansky
Sin embargo, para mí lo más destacable de Bansky es que sus obras son públicas por el espacio en el que las pinta. De alguna forma, hace partícipe a la ciudad (en especial la suya, Londres), y en consecuencia a los ciudadanos que viven en ella, de sus genialidades, de sus obras. Lo que más me atrae de este artista es que crea discusión en un espacio público (algo que hoy en día a duras penas consiguen los políticos). Es es decir, con sus pintadas en lugares de uso común hace reflexionar a la gente de a pie, sobre cosas importantes que a veces no reciben la atención necesaria.
La sensibilització d’Obama
El que no li negarem al vídeo electoral d’Obama és l’elegància, el bon gust i la sensibilitat necessàries perquè mirem un vídeo de campanya electoral y ens agradi.
Al marge de rostres bonics i reconeguts, el muntatge aconsegueix gràcies a la seva melodia i a les diferents veus que hi participen contagiar l’espectador. A més la tonalitat de les imatges, en blanc i negre juga amb la tradicional convivència no-fàcil de les dues races més presents al país nord-americà.
El carisma, el tarannà d’un polític són importantíssims i això és el que diferència Obama de la resta d’aspirants. Ha contagiat entusiasme, si bé que un vídeo o qualsevol acte de propaganda electoral no hauria de ser suficient per decidir el nostre vot.